No podía dejar sin entrada el último día en Dolomitas. No hicimos nada arriesgado, nada espectacular, no subimos ningún gran monte...
Sin embargo nos acercamos al lugar emblemático de Dolomitas, tres montañas mágicas entre montañas, lugar de peregrinación para montañeros y ciclistas por igual. Las Tres Cimas de Lavaredo. Llegamos a ellas en raquetas, por el sur, hasta el refugio Auronzo, a más de 2.300mt de altitud.
La tarde-noche anterior había nevado de manera impenitente, y cerca de 1m de nieve renovaba el paisaje a 2000m.
Cae la nieve, cae el silencio
Blanca túnica de sosiego
Mansamente aprisionas bosques y laderas
Rescatas paisajes del recuerdo
Peligro atrayente, mundo cambiante
La montaña enmudece con tanta belleza
La vida aguanta la respiración.
Los valles se vuelven salvajes, los picos reacios
La necesidad nos impele a buscar
Una entrada al mundo argentino que creas
Sin pensar en si habrá salida
Blanca túnica de sosiego
Mansamente aprisionas bosques y laderas
Rescatas paisajes del recuerdo
Peligro atrayente, mundo cambiante
La montaña enmudece con tanta belleza
La vida aguanta la respiración.
Los valles se vuelven salvajes, los picos reacios
La necesidad nos impele a buscar
Una entrada al mundo argentino que creas
Sin pensar en si habrá salida
1 comentario:
Me alegra ver de nuevo el blog activo, y que hayas terminado el viaje dolomítico.
Sitio mítico, vaya que sí!!
Abrazos Jorge!
Publicar un comentario