El desayuno fue de traca, buffet y hasta las orejas de huevos, salchichas, bollos, café y fruta. [ironic mode ON] Rápidamente [ironic mode OFF] cargamos las bicis en los autos (Y mis llaves?????) y enfilamos carretera hacia Val d´Uxó, pueblo en las faldas de la sierra del Espadán, donde íbamos a pedalear. Es una zona terrosa y con aspecto árido, y sin embargo con mucha vegetación y monte bajo. Muchos desniveles, mucha roca y barranqueras encajonadas y escondidas. Terreno “aspro” (áspero) como decimos por aquí.
Aparcamos pegados a las carpas de la Copa de España de Descenso, con sus dobles pletinas, muelles, colores llamativos y música “rebelde” Los suben en camioneta hasta una especie de terraplén y se tiran a cuchillo para marcar el mejor tiempo en apenas 1 minuto. Lo único que tienen en común el Descenso con lo que hacemos nosotros son las birras al acabar. Disfrutar de la naturaleza, de la gente, aprender sobre plantas, animales, orografía, gozar de la libertad y las vistas. Eso es nuestro “enduro”. Bueno, eso y los senderos…
Bueno, que ya me ando por las ramas, a lo que íbamos, la ruta.
Comenzamos con 2km de perro asfalto para enganchar un rampón de pavés del bruto y un sendero que subía con fuerza desde el inicio, dejándome desde el inicio con las piernas ardiendo. Tras unos enlaces por medio de un campo y unas pistas que culebreaban entre almendros llegamos a la primera trialera del día. Corta, pedregosa (pero menos) y rápida, incrustada en una ladera que caía hacia un barranco y que terminaba en un pueblo de la sierra: Chóvar.
Tras refrescarnos en un abrevadero de aguas laxantes, pusimos la corta y trepamos un trecho considerable, con rampas duras, bonitas postales de un barranco y sus paredes, y un alcornocal precioso, según Chus de una gran calidad para el mercado del corcho. Suerte que el piso era bueno y se subía a la marcheta. Arriba del todo casi no hubo tiempo para las protecciones, y a enfilar un sendero “de verdad”, de los largos. Primero entre pinos y más adelante colgado sobre un barranco, estrecho y sin margen de error por la derecha. A mitad bajada se me rompió un cordón de la cámara de fotos y estuve al filo de pegarme un hostión del quince. Carol trató de coger un peralte con la mano en vez de las ruedas y tuvo que dejarnos después de la comida, con la palma dolorida y la mirada estreñida.
Comimos bajo un alcornoque brutal, el pic-nic que nos dieron en el hotel aderezado con unos chipirones y la bota de vino de Ricard (tomo nota).
Luego vino otra subida, que sirvió para bajar la comida a falta de un buen orujo. Pasamos cerca de la segunda residencia del Jipi, pero el tío ni se dignó a invitarnos a entrar, y eso que le apretamos con los alicates (la cadena ehhhhh)
La bajada combinaba curvas muy técnicas con tiradas largas de pedaleo entre exuberante vegetación. Entre las fotos de rigor, un llantazo y que no andaba fino, casi se debieron pegar una siesta esperando.
Nos refrescamos en una fuente, donde Toni nos invitó a gominolas, azúcar para la traca final: Una subida de escasos 3kms a un porcentaje brutal que se me hizo eterna, y que acababa con rampas de andar, para enlazar 2 trialeras preciosas (la segunda, la mejor del día, larga, variada, rápida…) que nos condujeron a los coches pasando por el lugar de ocio de la juventud de Val d´Uxó.
Allí nos esperaba Carol con Topo y señora, echamos unas birras en el bareto de los Descenders y vuelta al Hotel.
La cena fue copiosa copiosa, y la sobremesa en el bar la alegraron el patxarán casero de Carol, los lamines de Pepe y el crack Genís, el hijo mayor de Ricard que es encantador, un trasto en potencia, simpático, travieso y con carita de ángel.
Luego los más crápulas se fueron de farra (lo que quiere decir un trago y pa casa) y los demás al sobre, entre ellos yo, que necesitaba horas de sueño como el comer!!!
La cena fue copiosa copiosa, y la sobremesa en el bar la alegraron el patxarán casero de Carol, los lamines de Pepe y el crack Genís, el hijo mayor de Ricard que es encantador, un trasto en potencia, simpático, travieso y con carita de ángel.
Luego los más crápulas se fueron de farra (lo que quiere decir un trago y pa casa) y los demás al sobre, entre ellos yo, que necesitaba horas de sueño como el comer!!!