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Nabain desde Ascaso |
Ha llegado el día en que atacar otra de las cumbres míticas
de Sobrarbe. Otra de esas montañas
especiales por su situación, por sus vistas, por su historia… una montaña que
incluso da nombre al Club de Montaña Nabaín de Boltaña, igual que la Peña
Montañesa es el estandarte del Club Atlético Sobrarbe.
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Desayunando en Mauro |
Así que este 7 de Enero, aprovechando la festividad de
Reyes, que nos ha regalado una inversión térmica salvaje (más frío en el fondo
de los valles que a más altitud, en los montes) una caterva de bikers de la
Zona Zero nos hemos reunido en Mauro (Boltaña, bar Aragonés) listos para
hincarle el diente al susodicho monte.
Un viaje rápido hasta Ascaso, a las faldas de Nabaín, a 950m
de altitud. Unos 850m de desnivel nos aguardan hasta la cima (1796m). Será algo
antes de las 10 de la mañana que nos ponemos en marcha. No parece mucho
desnivel, pero la dificultad del día estriba en que no se puede subir
pedaleando. Hoy es día de cicloalpinismo
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Buena caída! |
En efecto, tras apenas 300mt de pista, enganchamos el
sendero que sube a la cima, de manera impenitente y a toda pastilla: 4km aprox.
de sendero en los que se ganan dichos 850m. Operación relámpago, si le dices a
alguien que has hecho 8km de bici y has acabado trillado, igual se te ríe. Pero
esto es otra cosa. Hike&bike que lo llaman por ahí, cicloalpinismo lo hemos
apellidado aquí. Cargamos la bici al hombro y nos ponemos en marcha bajo un sol
de justicia.
Y es que la que está cayendo es de aúpa, la canícula es
matadora, y pese a que esperábamos calor, esto se sale de madre. Quién me
mandaría ponerme el culotte largo? Lo voy a sufrir toda la jornada, suerte que
llevaba una camiseta fina, así que chaqueta a la mochila y paso a paso.
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Menudo paisaje |
La ascensión podríamos dividirla en tres partes: primero
viene la parte más empinada, el firme es una gigantesca y empinada losa por la
que vamos subiendo engañando la pendiente a base de “eses”, sorteando las
piedras y la escasa vegetación que crece en estas leneras. Terreno mineral por
el que ganamos altura velozmente, y que nos deja en un tercio de la ascensión,
momento en que hacemos una parada técnica para reagruparnos y disfrutar de las
vistas que ya se abren desde aquí: el valle del Ara, el Cinca, la Peña
Montañesa atravesada, y de fondo, tras el Portiello de las Valles, el nevado
Pirineo (Cotiella, Suelza, Fuesa, Puntas Verdes…)
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Jánovas, su congosto y el circo en el que se ubica Latre |
La segunda parte de la ascensión es la más larga y trabada.
En dejar atrás las leneras, el firme se hace terroso y lleno de piedras de toda
raza y condición; algunas ancladas al terreno, otras sueltas, grandes o más
grandes, el sustrato parece una pastilla de turrón del duro. Y por todos lados crecen buixeras y abrizones,
sobre todo lo primero. Tantas que a veces cuesta rrastrar la bici entre ellas,
pues se cierran hacia el camino dejando apenas un palmo o dos de paso. Durante un
rato la senda pasa junto a la cresta de la ladera, una caída inmensa que forma
un circo de orientación suroeste al fondo del cual se encuentra el abandonado
pueblo de Latre, y aún más abajo el congosto de Jánovas y la carretera que va a
Fiscal. Las panorámicas desde aquí son fabulosas, el ambiente tan áspero y
vertiginoso contrasta con las lomas boscosas de enfrente, sobre Jánovas.
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Ernesto porteando, camino y río, todo es uno |
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Algún árbol aguanta sin reblar |
La parte final de la ascensión, que encaramos tras otra
parada es la más agradecida, pues la pendiente suaviza y nos hallamos en una
zona más abierta de tasca erizada de abrizones, que nos conduce finalmente a la
extraña cima de Nabain (1796m). Extraña porque nos encontramos en ella los
restos de una ermita (Santa Marina), lugar de peregrinación de muchos pueblos,
ahora abandonados, de la Solana. Los padres de un amigo de Salas Bajas, que
vivieron en San Felices de Solana hasta la expropiación, me han hablado de
estas romerías veraniegas, que aún recuerdan con mucho cariño.
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Cima!!! |
El techo de la ermita y varias paredes ya se ha caído casi
completamente, y en una esquina que aún aguanta se encuentra un monumento a la
estupidez humana: Y es que no tiene otro nombre el que pusiesen allí encima el
cilindro geodésico de la cima con su base cuadrangular de cemento, en vez de
hacerlo al lado de la ermita, por mucho que no estuviese en la mismísima cima.
Joder, que la ermita lleva siglos allí, llegó primero y tiene preferencia!!!
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Hay que tener poco talento |
Aparte de esta construcción, la cima tiene otra sorpresa, que
son sus vistas 365º. Si desde la subida había buenas panorámicas hacia el sur,
este y noreste, ahora, sin nada que nos tape tenemos hilo directo con Añisclo,
Ordesa, Treserols, Tres Marías… y más al fondo Tendeñera, Otal, Sueiro, Cancías
y todo el valle del Ara, amén de la Solana más oriental, pues la cara oeste de
Nabaín es una tapia dividida en fajas plegadas entre sí, totalmente vertical y
que deja a nuestros pies los pueblos de Yeba, Puyuelo, San Martín… Terreno este
que va de Yeba a las faldas de Nabaín, tan desconocido como abandonado y
hermoso.
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Pocas vistas como esta... la ganancia de la cima |
Por si esto fuera poco, el comando Boltañes ha traído un
hornillo, sartén, aceite, sal, pan y docena y media de huevos que nos vamos a
apretar al sol de justicia que hace en la cima, sin camiseta y casi en ambiente
veraniego. Tras el manjar que suponen los huevos fritos aquí arriba, y sestear
un buen rato haciéndonos los remolones, toca bajar.
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Cheff Oriol |
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Mmmmmmmmm!!! |
Han sido 2h 15 aprox. de subida, contando las paradas (1h45
sin ellas aprox.), un buen tiempo para cargar 22-25kg a las costillas entre
unas cosas y otras (bici, mochila, ropa), en cambio la bajada… esos 4km
constituyen un acto de instantaneidad, casi un suceso de traslación súbita. Tal
es así que sin darnos cuenta estoy ya a mitad descenso, parado sobre la cortada
haciendo unas fotos, las únicas que tomaré de la bajada, porque no da para más!!
La adrenalina no te deja parar, pese a que el dolor de piernas y brazos que
viene de mantener la bici sobre la trazada, pese a los intentos de buixeras,
piedras y aún más piedras para descabalgarnos (y que consiguen alguna que otra ocasión)
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Hola Pirineo!! |
Nos cruzamos con unos montañeros que ascienden y nos miran
pasar asustados y sorprendidos como ante una cámara oculta: el ruido de las
piedras que saltan a nuestro paso, el cancaneo de las bicis rebotando, partiendo
arbustos o arrancándolos de cuajo, los frenos chirriando… un espectáculo poco
común en semejante plaza.
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Un quebrantahuesos que nos vigilaba |
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Esta subió sin bici |
La parte final del descenso es hipnótico, pues la lenera es
anchísima y en vez de seguir los hitos que marcan la senda, cada uno baja por
donde puede, sin apartar la mirada de las casas de Ascaso, que ya se ven a lo
bajo, formando así una estampida de bikers que tan pronto aparecen por un
escalón, tras una carrasca o por encima de una buixera, mientras las piedras
que movemos aceleran pendiente abajo tratando de adelantarnos.
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Comienza la bajada! |
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La única foto del descenso, pero valió la pena parar!! |
2 comentarios:
Huevos fritos en la cumbre..........que jefazos!
No es la primera vez Javi, pero sí que hacía tiempo... aunque con la calor que hacía, casi hubiera sido mejor unos helados XD
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