Granito y agua componen el maravilloso mundo del Neouvielle |
Es miércoles de madrugada cuando suena el despertador, será
miércoles de buena mañana cuando ya salga a la calle, vestido y desayunado,
armado con todo el hierro necesario para volver al Neouvielle, de nuevo con
Nacho como guía.
La idea es concluir lo que empezamos la semana pasada. Si el jueves anterior hicimos la arista norte al Neouvielle desde la Brecha deChausenque, hoy queremos escalar las aristas del pico de la Mourelle y D’Espade,
acabando en la mentada Brecha.
Es la llamada Integral Norte del Neouvielle.
Cresta D´Espade vista desde el Parking |
Deja vú de la semana pasada: misma carretera, misma furgo y
mismo parking. Hasta el tiempo es igualmente bueno y apacible, tal vez algo más
nublado y menos caluroso. Sólo cambia que ya es Junio y han empezado a cobrar
el acceso al lac D´Aubert.
Son las 8 cuando comenzamos a andar, a buen paso, en
dirección la hourquette Mounicot (2547m), el collado en el que empezaremos a
trepar. Previamente cambiaremos de vertiente en otro collado, la hourquette
D´Aubert. El tramo entre ambos collados incluye bajar por una canal pedregosa
hasta una ladera todavía nevada que cruzaremos cramponeando. La nieve ya húmeda
de estas fechas ralentiza el paso, si bien la travesía es corta y en breve
estamos en Mounicot.
Lac D´Aubert |
Una vez preparados y bien encordados comenzamos trepando las
primeras estribaciones de la cresta de la Mourelle, pasos sencillos que
salvamos a buen ritmo en ensamble. La escalada es bonita, el granito de una
calidad soberbia y las vistas completan un lugar paradisiaco.
Cresta de La Mourelle (dcha) desde la horquette D´Aubert |
Salvamos los primeros pasos algo más comprometidos de uno en
uno, si bien no es necesario asegurar a Nacho que para el esto es muy sencillo.
Tras el “calentamiento” de la semana pasada estoy ya mucho más suelto y puedo
escalar con mucha más confianza, disfrutando de cada paso y cada agarre.
Salvados varios tramos de III y IV que nos permiten sobrepasar los primeros
gendarmes, llegamos al largo más difícil de la cresta, una placa surcada de
fisuras (IV, IV+) que si bien no presenta grandes problemas a priori, el hecho
de ir con botas en vez de gatos obliga a ceprenar lo suyo. Igualmente mi tamaño
es un obstáculo en la última fisura, ya tan ancha para que un escalador quepa,
pero que a mi se me queda pequeña, o como se dice en el idioma, off-width. Tras
pararme a pensar un poco visualizo una manera de solventarla y termino el
largo, contento pero asfixiado del esfuerzo.
Un paso sencillo pero muy espectacular por el patio |
Por suerte lo siguiente es sencillo y rápidamente llegamos a la cima del
pico de La Mourelle (2679m) con lo que puedo aprovechar para recobrar la respiración
poco a poco. Todavía quedan un par de gendarmes que superar. El primero lo
flanqueamos para evitar una chimenea sencilla pero que igual “me queda” pequeña
y subimos por una variante. El segundo es una placa de IV que se pasa con
holgura.
Una placa super disfrutona de La Mourelle |
El recorrido suaviza pues estamos en el tramo de empalme con
la segunda cresta del día, la del pico D´Espade. Por unas canales llegamos a la parte alta
donde va a empezar el cresterío en sí, momento que aprovechamos para echar un
bocado y coger fuerzas que falta hace. El tiempo se ha nublado pero no
demasiado y desde luego calor ya no hace.
Cresta D´Espade, se nos nubla el día |
Esta cresta está más descompuesta que la anterior, y
compensa el no tener pasos difíciles con el hecho de tener que mirar muy mucho
donde pisar, pues el terreno resbala y las rocas se desmenuzan. Llegamos a la punta de un bonito gendarme que
bajaremos en dos rápeles algo guarros pero muy chulos, y luego ya encadenaremos
una parte de roca mucho más agradecida, pasos bastante aéreos pero no
complicados (III) y en poco rato estaremos en la punta del Espade (2850m).
Buen lugar para un rapel |
Una nueva ración de jarcia por el gaznate y ya nos iremos
para abajo. El tramo hasta llegar bajo la brecha de Chausenque es perro, pues
la nieve húmeda se junta con una pendiente considerable y hace delicado el
descenso. Así que despacito y buena letra, poco a poco vamos perdiendo altura y
en media hora llegamos al recorrido normal de ascensión al Neouvielle, y lo que
queda hasta el coche es ya conocido, aunque no por ello menos traicionero, pues
la nieve esconde agujeros por doquier y las piernas parecen tener predilección
por ellos!!
Nacho en la horquette D´Aubert |
Otro gran día en la montaña, en este hermoso recodo francés
del Pirineo que tan cerca tenemos. Otro gran día con Nacho enseñándome cosas
nuevas y ayudando a recordar otras medio olvidadas.
Espero estar listo para los Alpes!!!
Taillon y Gabieto vistos desde el Espade |