Por recomendación de un grupo de amigos he leído “La carretera” de Cormac McCarthy.
Libro corto, de los que se leen en 2 sesiones. Libro encuadernado escuetamente, sin dibujos, tapa rugosa dura en negro difuminado donde resalta el título en rojo sangre, con un tacto viscoso en las letras.
No es mi idea la de resumir el libro, pese a que en este caso la historia sea absolutamente lo de menos. Un país literalmente abrasado, devastado, asolado. No se sabe qué ha pasado, tal vez un holocausto nuclear, aunque tampoco es importante.
Han pasado algunos años ya y la mayoría de la comida enlatada ha sido consumida. No hay vida animal o vegetal. Sólo yerma ceniza residuo de todos los bosques, ciudades, llanuras y montañas quemadas. No se puede cultivar, impiden el paso del sol, están en el aire, contaminan el agua…
Tampoco hay electricidad, apenas algo de ropa, abrigo, gasolina...que igual que la poca comida, es oro puro.
Hay humanos que para sobrevivir siembran la tiranía, secuestran a otros humanos y los guardan como ganado, comida… mientras la mayor parte de los demás muere desnutrido, congelado
Gente escasa, recursos aún mas escasos, territorio inmenso, frío, ceniza, hambre, oscuridad.
Sólo sabemos que la gran mayoría considera este mundo una pesadilla, que es mejor estar muertos, y muchos han actuado en consecuencia.
Nada de esto se cuenta en el libro, todo se va suponiendo mientras el autor narra la lucha de un padre y su hijo pequeño por sobrevivir en su periplo hacia la costa, huyendo del frío invierno en pos del mar y de la ¿esperanza?
Son párrafos cortos, como navajazos. Diálogos monosilábicos. Sucesos desgarradores relatados con frialdad. Amor a raudales descrito en forma de manual de instrucciones de una lavadora.
Y entre medio, frases, acciones, pinceladas que hielan la sangre y hacen pensar, pensar mucho. Y pensar en direcciones que no son siempre agradables.
Cormac nos inyecta en la historia y nos muestra los límites del ser humano. Para lo bueno y para lo malo.
1 comentario:
Tomo nota, no es la primera vez que alguien lo nombra…habrá que leerlo YA
Alas
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